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(RESUMEN DEL REPORTAJE PUBLICADO EN ESTE BLOG EL PASADO MES DE ENERO)
El Auditorio del Centro Cultural “Virgen del Carmen” de Torrevieja, acogió en la noche de ayer viernes un merecido homenaje al director de cine Pascual Muñoz, el cual realizó en 1968 a iniciativa de entonces alcalde, Vicente García, el documental “Torrevieja, Blanca de Sal y Morena de Soles”, que entre los años 1969 y 1975 recorrió los cines de España, dando a conocer una Torrevieja que, por aquel entonces, se abría al turismo. En el acto, que fue presentado por la cineasta y organizadora del acto, Lidiana Rodríguez, de Turmalina Films, se dió cuenta de la realización del documental, su proyección en las Fiestas Patronales de 1969, en el Teatro “Nuevo Cinema” y las vicisitudes que pasó hasta llegar a manos del presidente, en aquellos años, del Centro de Iniciativas Turísticas, José Andréu, que lo recupera y en 2012, tras ser grabado en DVD, se hace público de nuevo y se presenta de la mano del Club Rotario de Torrevieja. El evento contó con la presencia de la “voz” del documental, Juan Vives , y de Gloria Plácida Muñoz, hermana del joven director desaparecido trágicamente a los 34 años en accidente de tráfico.
Juan y Pascual en 1967
También se dió a conocer, que por deseo e iniciativa del alcalde de
la ciudad, Eduardo Dolón, la lata que contiene la película en 35 mm de
documental será entregada a la Filmoteca de Valencia, para que la
custodie y se encargue de su conservación.
Tras visualizar el documental “Torrevieja, Blanca de Sal y Morena de
Soles”, los ponentes, junto al concejal de cultura del Ayuntamiento de
Torrevieja, Luis María Pizana, subieron al escenario para repasar la
vida y la obra, tanto del homenajeado Pascual Muñoz, como la del locutor
Juan Vives, vidas ambas paralelas y cuajadas de anécdotas tanto en el
ámbito particular y familiar, como en el profesional con sus relaciones
con los grandes de la radio y la televisión, como Joaquín Prat, Julio
Iglesias y otros personajes de la época.
Tras la charla, el alcalde de Torrevieja y el concejal de Cultura,
entregaron sendos "barcos de sal" a Juan y Gloria, como recuerdo de su
estancia en la ciudad, cerrando el acto el Coro y Orquesta Salinas de
Torrevieja, que ya participaron en la banda sonora del documental y que
entonaron una habanera.
El patrimonio cinematográfico más antiguo que se conserva de la ciudad
Tras
diferentes investigaciones, se certifica que “Torrevieja, Blanca de Sal
y Morena de Soles” constituye el patrimonio cinematográfico más antiguo
que se conserva actualmente de la ciudad, propiedad de todos los
torrevejenses, hecho por el cual se ha rendido homenaje a este gran
autor que con gran gusto y criterio audiovisual, con su cámara Arriflex
35mm, supo captar como nadie la esencia de la Torrevieja de finales de
la década de los 60.
Pascual Muñoz López fue corresponsal del NO-DO y para TVE, corresponsal de guerra en Argelia, cruzó fronteras con sus documentales, realizó varios cortos como “Un perro llamado perro” y “El Toro de Morfeo”, entre otros, y como enamorado del cine soñó con hacer películas en una época difícil; casi lo había conseguido, en el momento de su fallecimiento estaba negociando con varias productoras la posibilidad de llevar al cine dos de sus guiones de largometraje, “Carnaval en el alma” y “Ha llegado un náufrago”. Además, a finales de los sesenta nos daba las “Buenas noches” todos los días con una sección que, bajo el mismo título, cerraba el telediario de TVE en dónde Juan Vives Bravo ponía la voz y Pascual las imágenes.
(FUENTE Y FOTOS: Periodic.com , edic. Torrevieja y Objetivo Torrevieja )
Pascual Muñoz López fue corresponsal del NO-DO y para TVE, corresponsal de guerra en Argelia, cruzó fronteras con sus documentales, realizó varios cortos como “Un perro llamado perro” y “El Toro de Morfeo”, entre otros, y como enamorado del cine soñó con hacer películas en una época difícil; casi lo había conseguido, en el momento de su fallecimiento estaba negociando con varias productoras la posibilidad de llevar al cine dos de sus guiones de largometraje, “Carnaval en el alma” y “Ha llegado un náufrago”. Además, a finales de los sesenta nos daba las “Buenas noches” todos los días con una sección que, bajo el mismo título, cerraba el telediario de TVE en dónde Juan Vives Bravo ponía la voz y Pascual las imágenes.
(FUENTE Y FOTOS: Periodic.com , edic. Torrevieja y Objetivo Torrevieja )
ESTAS SON LAS PALABRAS QUE PRONUNCIÉ DURANTE EL ACTO:
"Han pasado 45 años desde que se rodaron estas imágenes que hoy hemos vuelto a recordar.
Para mi ha supuesto una
vuelta atrás en mi vida personal y profesional, que me llena de nostalgia y
también de alegría, al ver pasar ante mis ojos el fruto de aquel trabajo
ilusionado de un grupo de amantes del séptimo arte, que nos volcábamos con
entusiasmo en la bonita aventura de plasmar en imágenes los paisajes de nuestra
tierra.
Pascual Muñoz, a quien hoy
rendimos este reconocimiento, fue un pionero del documental profesional en
nuestra tierra alicantina. Conocida es ya, por su difusión estos días, la
tayectória de este muchacho villenense que dejó lo que podría haber sido su
profesión como oficial de banca para dedicarse a lo que más amaba: el cine.
Compartí con él muchas de sus
realizaciones cinematográficas y también colaboramos juntos en algunos espacios
televisivos, como aquel “Buenas Noches…” del Telediario en blanco y negro que
se emitía al filo de la media noche, antes del conocido “Oración, Despedida y
Cierre,” como se anunciaba en la guía de
Programacion a finales de los sesenta.
Recuerdo ahora cuando; a petición del entonces alcalde de
Torrevieja Vicente García , “el alcalde cohete“, y tras distintas conversaciones
en las que en alguna estuve presente; se decidió realizar este documental
promocional.
Pascual,, como buen creador y
autodidacta, no seguía un guion escrito previamente., sino que rodaba según ese
guión que él llevaba en su mente.
Recuerdo ahora cuando buscando
un título al documental, reunidos Fernando Caro autor del guión , Pascual y
yo, decidimos no darle más vueltas y utilizar lo que en aquellos años era ya el mejor
eslogan para esta ciudad turística: TORREVIEJA, BLANCA DE SAL Y MORENA DE
SOLES. Aquella afortunada frase del también alcalde Cesar Mateo Cid.
He mencionado a Fernando
Caro, el guionista, un extraordinario escritor, periodista y sobre todo un
poeta injustamente olvidado.
Fernando vino a Torrevieja a
conocerla y ha traducir en palabras todas las vivencias que obtuvo contemplando las maravillas de esta tierra y
que yo posteriormente tuve la ocasión de plasmar en la banda sonora.
No voy a hablar ahora de las
dificultades económicas que suponía, en aquella época, realizar un documental
en color.
Empezando por el
material, negativo en eastmancolor, y
por la sonorización, las músicas… el montaje.
Para los fondos musicales,
Pascual pagó los derechos a la editorial y compramos discos con música de
librería. También se incluyeron imágenes de esa joya que tiene Torrevieja y que
es su coral. La galardonada y popular coral torrevejense que hoy nos honra con su asistencia.
Y en este punto tengo que
mencionar a un compañero de Radio Madrid, un valenciano de nacimiento pero
enamorado de Torrevieja hasta el punto que, después de muchos años veraneando
aquí , quiso retirarse y morir en esta tierra. Hablo de Enrique Blanco. Enrique
fue el artífice de las retransmisiones del Certamen de Habaneras de Torrevieja
a través de la Cadena Ser en los años sesenta y setenta. Los de cierta edad
quizá lo recuerden, pues era imposible sustraerse a su oronda figura, su
simpatía y su jovialidad. El era entonces encargado de emisiones y coordinador
técnico del , ya mítico, Carrusel Deportivo.
El me hizo conocer aquella
Torrevieja de principios de los setenta, cuando en las madrugadas acudíamos al
puerto a esperar la llegada de los barcos de Valero, el dueño también de aquel primitivo Hotel. A veces
salíamos a navegar y a presenciar la captura y, mas tarde, degustar las fresquísimas sardinas recién pescadas.
Esta Torrevieja que hemos
visto aquí, poco o nada se parece a la Torrevieja de hoy, pero no cabe duda que
el rescate de este documental, significa un punto de referencia de lo mucho que
un pueblo puede conseguir con esfuerzo, cariño y entusiasmo, virtudes que
adornan a los nacidos en esta región .
Agradezco en primer lugar a
las autoridades que han tenido este generoso detalle de aprovechar la
proyección de este documental para homenajear a Pascual Muñoz y poner a nuestra
disposición esta magnifica sala; especialmente en la figura de su alcalde don
Eduardo Dolón, en representación de la corporación
municipal que preside, al Concejal de Cultura y Turismo que nos acompaña, Luis Maria Pizana, a
José Andreu, al que debemos la custodia durante años de esta película, al Club
Rotary por su intervención en la difusión del video y, sobre todo, a Lidiana de
Turmalina Films , por su laborioso trabajo de investigación y organización de
este acto, a los compañeros y amigos de Villena que han venido para sumarse a este homenaje y a todos los
aquí presentes. Muchísimas gracias." (Juan Vives)
(P.D.- Al finalizar el acto, dos hijas de Valero se presentaron a mí emocionadas por la mención y el recuerdo que hice de su desaparecido padre.)
LA CORAL TORREVEJENSE CERRÓ EL ACTO CON ESTA HABANERA, FUERTEMENTE OVACIONADA POR EL PÚBLICO
(P.D.- Al finalizar el acto, dos hijas de Valero se presentaron a mí emocionadas por la mención y el recuerdo que hice de su desaparecido padre.)
LA CORAL TORREVEJENSE CERRÓ EL ACTO CON ESTA HABANERA, FUERTEMENTE OVACIONADA POR EL PÚBLICO
TEXTO DEL GUION DE “ TORREVIEJA, BLANCA DE
SAL Y MORENA DE SOLES”
En la costa levantina
el sol se disfraza de naranja y todas las mañanas se asoma al ancho
balcón de la mar, buscando las sombras
de sus rayos recién nacidos en el inmenso y transparente vergel del
mediterráneo
Así, por obra y
gracia de este milagro diario, Torrevieja, rubí del mare nostrum, estrena cada 24 horas una sonrisa blanca de
sal y morena de soles.
Cuando pliegan las redes y recogen los trebejos, los hombres de la mar
escriben en el cuaderno del amanecer el múltiple epitafio
de sus pequeñas victimas.
Uno de los
espectáculos más hermosos, dentro de la infinita
variedad multicolor de Torrevieja, lo constituye la llegada a puerto de los
barcos de pesca.
Por la mañana
temprano, cuando las gaviotas se desperezan e inician su bostezo de ronco y
agudo trino, llega el cortejo de
embarcaciones portando su preciado cargamento
La mar es aquí tan
generosa que celebra sus bodas
con los marineros con sus viejos tesoros
La lonja es una
asamblea de bullicio y gestos. La subasta del
pescado pone en juego la vivacidad de la mente latina en ese astuto tira y
afloja de esta feria marinera salpicada, a la vez,
de aroma localista y de universal y vieja costumbre.
Durmiendo su sueño de
plata, los peces simbolizan
restos de luceros rotos procedentes de una poética y sabrosa galaxia.
La cocina ha creado
aquí la hermandad del placer gastronómico, haciendo posible el deleitarse,
en singular desayuno con unos pescados que, pocos momentos
antes, aún temblaban de gozo en el reposo de las aguas.
Mas, pese a la
invitación de los madrugadores,Torrevieja duerme todavía.
Sus edificios y
calles , ciclópeos centinelas y pétreos mapas, esperan que el ritmo de los pasos
humanos golpee en el tambor del asfalto, heraldo urbano de una nueva jornada.
He aquí una pacífica
llamada al mundo.
A pesar de su nombre
añejo, la ciudad posee su
racimo de calles de moderno corte en las que las nuevas edificaciones se ensanchan
como un suspiro gigantesco.
Con su llamada de
bronce la iglesia busca un
eco en las nubes mientras los quietos árboles,
centinelas de su
calma, juegan a ser monjes contemplativos.
El mercado es un
estallido de murmullos y sensaciones, En él, las retinas juegan al
escondite con este universo de colores y formas que presenta, en
inigualable democracia, artículos de todo uso.
Torrevieja salinera y
marinera.
Las salinas de Torrevieja enseñan a las gentes de estas tierras como es el aspecto de la nieve.
Con un poco de
fantasía los barcos que
transportan la sal se convierten en trineos
de Neptuno
Aquí , todos los años,
se celebra la popular verbena de la sal. Barcos y timones, fabricados con el níveo producto, nos traen a
la memoria relatos de Andersen o
de Walt Disney, lo cual no es obstáculo para que la música de hoy
mantenga su actualidad en Torrevieja, reino de la alegría, visitado a
menudo por aquellos artistas que son ídolos de la juventud.
En los días festivos las canciones y los
bailes modernos dan vida a las noches torrevejenses.
Quien dijo que La
Habana se miraba en Torrevieja creó el primer consulado de Cuba en el mundo.
Y así nacieron las
habaneras.
Las palmeras lanzan a
los rascacielos su mudo desafío de
selva cautiva
Para quien quiera
gozar plenamente de este paradisíaco rincón, nada más fácil que
buscar estos núcleos residenciales en los que se compendian los estilos
arquitectónicos más diversos y actuales.
Ciudad, mar, salinas
y monte, son otros tantos
panoramas de embriagador efecto.
Atraídos por las
bellezas de la comarca, algunos súbditos de
la nórdica Suecia, han levantado aquí una colonia.
Al lado de estos flexibles
colosos crece una fauna
típicamente calida.
Africa y Europa se abrazan en Torrevieja
Pequeñas calas
esconden su timidez en un manto de olas.
Las playas cumplen
aquí, mejor que en ningún sitio, su sempiterna misión de relojes de arena para
medir el descanso.
Si las caracolas no
fueran apátridas elegirían la
nacionalidad torrevejense,
y en su pasaporte de
nácar las leyendas de los
siete mares se escribirían en el
idioma de acá.
Tan finas como las
arenas de estas playas, las del coso torrevejenses, que sirven fielmente a la
Fiesta Nacional.
Este ruedo es un
bastidor grandioso en el que las primeras figuras del toreo bordan
filigranas y rematan atrevidas faenas.
La llamada del mar,
con su aleteo aventurero, siempre ha tenido un cómplice en la brisa.
El club náutico
parece un trasatlántico de lujo sin deseos de navegar.
Su recinto es
plataforma de competiciones marineras en las que rivalizan
embarcaciones de todas clases y tipos
En esta tierra de
contraste, podemos disponer de
un aparcamiento náutico sin problemas.
En el club se reúnen
aquellas personas cuyo pulso tiene
compás de bitácora
y en cuyos ojos,
ansiosos de un remanso, se retrata la imagen de un nuevo paraíso.
Como notas fugitivas
del pentagrama de los acantilados, mástiles y velas se hablan en ese
lenguaje que imita el golpeteo de unos dedos de espuma sobre el teclado de
la mar.
Al caer de la tarde,
cuando los barcos dormitan con ronquidos de amarras, la noche abraza a Torrevieja BLANCA DE SAL, a la luz de los luceros; MORENA DE SOLES, cuando despunte un
nuevo día.
FIN. (Fernando Caro)
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