Siguiendo el preciso y documentadisimo serial que Juan de D. Rodriguez nos ofrece en su blog, vuelvo a recordar aquel verano del 77 cuando, compartiendo un café en Nebraska de Gran Vía con Pablo Abraira, comentabamos la canción que ya estaba convirtiendose en un gran éxito. Naturalmente se trataba de "GAVILAN O PALOMA" el tema de un joven y gran compositor, Rafael Pérez Botija, con tantos éxitos en su haber, y una de mis canciones preferidas. Le apunté entonces aquellas notas que me recordaban uno de los números de "La Tempranica", del maestro Giménez (Tal como refiere Juan de Dios en su artículo que incluyo aquí). Pablo aceptó cordialmente mi comentario y desde entonces mantuvimos una estrecha amistad que espero perdure, aunque hace tiempo que no nos vemos.
Abraira
El caso de Pablo Abraira era
diferente. El ya había arrancado con éxito el año anterior, pero esa
primavera tenía que demostrar que el éxito de O tu o nada
no había sido una casualidad, y a pesar de que él insistía en que no
cantaba lo que realmente le gustaba –blues- si se entregó plenamente a
ratificarse como cantante e intérprete. Gavilán o Paloma fue todo un acontecimiento y se convirtió en una de las canciones mas vendidas en la historia de la música de este país.
No era plagio
Pero no todo fue fácil; el autor de la canción era Rafael Pérez Botija y
se le había acusado de “casi-plagio” porque había seis notas que eran
iguales que uno de los temas de la zarzuela de Julián Romea y Gerónimo
Giménez, “La Tempranica”. Algo que podía haber pasado por el
subconsciente del autor porque unos años antes había trabajado con la
“Pequeña Compañía”, un grupo que se había hecho popular por hacer
versiones pop de fragmentos de zarzuelas. La acusación iba dirigida
contra el principio del estribillo, empezando por “amiga…” y que
terminaba en lo de “gavilán o paloma”. En una fenomenal columna Nacho
Artime explicaba perfectamente que no se podía acusar de plagio porque
para que exista tiene que haber una copia exacta de 8 notas seguidas.
Juan Vives, compañero de la radio, fue quien levantó la liebre y aclaró
el entuerto.
Ante la nueva disyuntiva en el segundo título empezamos a bromear con
Pablo preguntándole si tras “O tu o nada” y “Gavilán o Paloma” iba a
cambiarse el nombre por “Pablo o Abraira”, y a todas las canciones le
añadíamos al presentarlas la conjunción “o”. El lo encajaba diciendo que
las siguientes podrían ser “Noche o mañana”, “blanco o negro”… Era, y
sigue siendo un tipo muy especial poseedor de una gran voz como lo
demostró recientemente en su presentación de la gira 2012 en el teatro
Coliseum de Madrid.
Esa primavera Pablo presentaba su esperadísimo primer LP, y no solo no
decepcionó si no que era un placer poner cada tarde un par de cortes o
tres de su 30 de febrero, un álbum espléndido que contenía no solo O tu o nada y Gavilán o Paloma, incluía además grandes canciones como Amor
de otoño, A fuego lento, Para vivir, que se convertiría en otro gran
éxito, María mi amor, El hombre mas feo del mundo, Una bomba atómica de
amor y la gran 30 de febrero.
(Del blog de Juan de Dios Rodriguez. http://www.leyendaviva.com/2012/07/nunca-40-bose-abraira-y-cantudo.html )
EJEMPLAR PROMOCIONAL EN VINILO DEL DISCO "GAVILAN O PALOMA" SIN ETIQUETA.
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