miércoles, 4 de agosto de 2010

RAMON ESCOTO. RECUERDO A UN JUEZ BUENO.


VILLENACUENTAME.COM ACABA DE PUBLICAR UNA INFORMACION SOBRE EL NOMBRAMIENTO EN 1970 DE HIJO ADOPTIVO DE VILLENA DEL JUEZ RAMÓN ESCOTO FERRARI, QUE EJERCIÓ UN TIEMPO EN NUESTRA CIUDAD. LOS QUE TUVIMOS LA SUERTE DE CONTAR CON SU AMISTAD PODEMOS DAR FÉ DE SU EXTRAORDINARIA BONDAD Y GENEROSIDAD ASI COMO LA DE SU QUERIDA VDA. MARIA DOLORES.. FUÉ TESTIGO DE MI BODA EN 1968.. RAMÓN FALLECIÓ AL COMIENZO DEL AÑO PASADO. EN LA FOTOGRAFIA RAMÓN ESCOTO JUNTO A OTRO GRAN AMIGO TAMBIEN DESAPARECIDO, PASCUAL MUÑÓZ. A CONTINUACIÓN UN ARTÍCULO SOBRE RAMÓN PUBLICADO EN "LA VERDAD" DE MURCIA, AL POCO DE SU MUERTE.

El ejemplo de juez bueno



E l 2009 ha comenzado con una triste noticia para la familia judicial albaceteña. En las primeras horas de este recién estrenado año, fallecía nuestro querido compañero Ramón Escoto Ferrari, Magistrado jubilado, a quien muchos recordamos con gran respeto y sentimientos entremezclados de cariño, admiración e incluso me atrevería a decir que veneración por sus virtudes, por su ejemplar vida, su testimonio de integridad personal y profesional durante su larga trayectoria de Juez, en la que buena parte de sus servicios los prestó en esta querida ciudad, sede de nuestro Tribunal Superior de Justicia, cuya Sala de lo Contencioso-Administrativo presidió con tanto acierto, dedicación y entrega durante muchos años. El artículo 379 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece como una de las causas por las que se pierde la condición de Juez o Magistrado el hecho de la jubilación.
Pues bien, los Jueces llevamos abogando muchos años por la modificación de este precepto legal, introducido por el legislador en 1985, al entender que no se compadece en modo alguno con la manera de entender la Judicatura como una función vocacional de servicio que se lleva en el alma, en el ser de todo Juez, desde el mismo momento en que uno decide dedicarse a ella, opta por preparar oposiciones e ingresa en la Carrera Judicial. Como oficio vocacional, en el que prima el servicio a los demás, uno se siente Juez, sea hombre o mujer, y no se deja de ser Juez incluso, aun cuando jubilado, ya no se practique el servicio activo.
Así he podido ver yo a Ramón Escoto Ferrari, desde que el 9 de octubre de 1996, tuvo que jubilarse por edad, siendo entonces Presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia, cuya Presidencia ostentaba en funciones desde la jubilación, el mes de marzo de ese mismo año, de don José Rodríguez, y antes del nombramiento de Emilio Frías. Jubilado, se sentía un auténtico Juez, llevando en su ser el oficio al que se consagró desde que ingresara en la Carrera Judicial, allá por el año 1953. Natural de Alicante; nació el día 9 de octubre de 1926, tuvo su primer destino como Juez de Primera Instancia e Instrucción de Ayora, donde por cierto conoció a quien ha sido su mujer ( Mª Dolores) durante 49 años. Luego prestó servicios en el Juzgado de Huercal Overa y más tarde en Villena (Alicante); allí estuvo destinado bastantes años, suficientes para que el cariño que despertó entres sus convecinos por el testimonio de sus hechos y vida como Juez de pueblo, le hicieran acreedor a que el Ayuntamiento de esta ciudad le nombrara hijo predilecto.
Al ascender a Magistrado ocupó plaza en un Juzgado de Santa Cruz de Tenerife y desde allí vino destinado en 1971 a Albacete. Aquí ha completado una vida profesional intensa y fructífera de servicios y buenas obras a la ciudadanía sirviendo en primer lugar como Magistrado Juez en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 desde entonces hasta diciembre de 1977. Posteriormente pasó como Magistrado a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Territorial de Albacete en enero de 1978, de la que fue nombrado Presidente en 1982, cargo que ocupó para luego, al constituirse el Tribunal Superior de Justicia en 1989 ser Presidente de su Sala de lo Contencioso-Administrativo, desde entonces hasta su jubilación, ocurrida en 1996.
Ramón Escoto ha sido un gran jurista, con una formación fundamental muy sólida, y dotado de un gran sentido común. De una integridad moral digna de admiración, destacaba en él su sencillez, pues apenas se hacía notar. Como compañero nunca olvidaré cómo me acogió y me tuteló junto con Emilio Frías cuando en 1987 llegué a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, cómo me enseñó moderación, prudencia, sensatez, pero también valor para tomar las decisiones justas que en conciencia había que tomar - fueran las que fueran - cuando el Derecho y la Justicia lo exigían. Constituía un auténtico placer charlar con él: siempre un ejemplo, una enseñanza, un consejo, una anécdota vital que podía inspirar tu comportamiento presente o futuro, e incluso un chascarrillo, un comentario desenfadado, porque dominaba como nadie la fina y sutil ironía de las personas con gran ingenio. He disfrutado y sobre todo aprehendido enormemente de sus de sus juicios, opiniones, y consideraciones, durante las deliberaciones que precedían a la votación de las sentencias en las que tuve el honor de formar Sala con él. Serio, riguroso, ponderado, dominaba sobre todo, el Derecho Civil, fuente de la que pese a su dedicación al Derecho Administrativo, bebía constantemente con toda razón.
Una persona cumplidora en grado sumo, trabajaba hasta la extenuación, de forma absolutamente abnegada y durante toda su vida: «Vicente -me dijo un día-, ¡jamás he puesto una sentencia fuera de plazo». ¡Emociona la verdad este ejemplo de vida a los que a veces no hemos podido estar a su altura. Siempre se lamentaba del poco tiempo que dedicaba a su familia, a su mujer, a la que estaba entregado también en cuerpo y alma. Pero además: ¡qué sentencias ¡ ¡Qué sentido de lo justo, qué impecable aplicación de la normativa¡ y, sobre todo, ¡qué lenguaje tan preciso y tan precioso¡, porque Ramón además escribía bien, pero que muy bien, con un castellano de lujo, digno de ejemplo por su equilibrio sintáctico y por su prosa elegante y sobria. Ramón también tenía tiempo para ser maestro y enseñar, contribuyendo a la formación jurídica de las jóvenes generaciones. Muchos Jueces, Secretarios Judiciales y Fiscales son sus discípulos y le deben en Albacete, donde entonces no había otro preparador, su inestimable ayuda para superar el difícil trance de las oposiciones.
No sólo eso, sino que también fue profesor de la naciente Facultad de Derecho de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha, impartiendo la docencia de la asignatura de Derecho Canónico, y de la UNED, donde tuteló a los alumnos en Derecho Administrativo. Muchos
abogados estoy seguro que le recuerdan con cariño y veneración por sus enseñanzas.
Nuestra sociedad hoy, acaso por desconocimiento, acaso por una defectuosa información, tiene una opinión devaluada de la Justicia y de los Jueces. Pues bien, hoy - de forma apresurada quizá - me atrevería a reivindicar la figura de Jueces como Ramón Escoto Ferrari, destacando de él, de verdad, de corazón, su gran bondad, sus grandes virtudes morales, y preocupación fundamental durante toda su vida, en su profesión, de hacer el bien, de construir una sociedad justa con su función de servicio a sus semejantes. Este era el norte y objetivo fundamental de su quehacer como Juez. Albacete ha tenido la suerte de contar durante muchos años - quizá no lo ha sabido lo suficiente - con una persona que se entregó en cuerpo y alma a hacer el bien, practicando, ejerciendo la Justicia.
De Ramòn Escoto Ferrari hay que afirmar que fue un gran Juez, un buen Juez , pero sobre todo se puede asegurar
Y aseguro sin dudarlo, estamos ante un juez bueno. Se nos ha ido, como siempre fue él, de forma callada, sencilla, sin dar ninguna molestia, en el calor de su casa y de su familia. Y hoy Dios - en el que creía con la fe sencilla del carbonero - le tiene en su presencia y él está Feliz.

03.01.09 -
VICENTE ROUCO RODRÍGUEZ Pte. del Tibunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

http://www.laverdad.es/albacete/20090103/opinion/ejemplo-juez-bueno-20090103.html 

(Ver nombramiento en www.villeacuentame.com)
http://www.villenacuentame.com/2010/08/1970-ramon-escoto-ferrari-hijo-adoptivo.html




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